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Empecemos desde el principio... yo y la Radio (2)

Un día un amigo me propuso entrar en una emisora de FM “libre”. En los años 80 estas emisoras estaban en un vacío legal que les permitía (si no causaban molestias) emitir en los pueblos. En concreto en El Prat de Llobregat (Barcelona) de donde yo soy habían varias. Tras jugar con la idea, empecé a hacer un programa dedicado a las temáticas paranormales en la emisora Radio Mediterrànea.

No era mucho más que un cuarto, en el trastero de una librería, con las paredes cubiertas de hueveras de cartón. Una mesa de mezclas pequeña, unas pilas de discos y dos platos, y mucha gente con ganas de hacer radio. Pero era divertido. Ocupé una franja de poco uso, los últimos en emitir de 11 a 12 de la noche, y la experiencia duró un par de años.

En ese tiempo un chaval se coló en la emisora una noche, y cuando quise darme cuenta ya formaba parte del programa. Se llamaba Leonardo, aunque lo llamábamos Nandy todos. Sin saberlo, aparte de conocer a una persona estupenda, acababa de conocer a quien terminaría por empujarme al mundo de la radioafición.

Como ya había comentado, me dedicaba a la radioescucha. En un rincón esperaba su momento un CarKit de emisor-receptor de 27, y sobre la mesa gracias a nuevas buenas notas tenía un receptor “de verdad”: un MARC NR-F1 que estuvo muchos años conmigo. Con aquel receptor toda banda pude empezar a escuchar a los radioaficionados, y con aquel receptor pedí mi primer indicativo (el de radioescucha) que me concedieron. Era EA3-160254. Hoy en día los indicativos de radioescucha ya no existen, pero en su momento nos daban a los aficionados a la escucha la posibilidad de tener una entidad “mas real”. Con él participé en algunos concursos, e incluso obtuve algún pequeño premio, supongo que no participaban muchos 8-)).

Nandy yo soliamos quedar por el procedimiento de llamarnos por teléfono. Como estábamos en una era pre-móvil el llamarnos desde una cabina costaba cinco pesetas, y eso dada nuestra precaria economia no podia ser… así que empezamos a pensar como poder quedar de otra manera. Un dia le comenté el Carkit que tenía muerto de risa… y sin darnos cuenta empezamos a trastear con él. Ninguno de los dos tenía mucha idea de electrónica, pero algo habíamos aprendido con el paso del tiempo, y además Nandy tenía la ventaja de pensar cosas que a mí no se me ocurrían, así que intentamos poner en servicio la emisora. Teníamos un receptor (el MARC) con el cual escuchábamos la portadora que poníamos en 27 Mhz, y empezamos a jugar con la idea de sustituir partes del kit que no funcionaban. Como emitir, aquello emitía, decidimos leernos bien como funcionaba la modulación de amplitud (AM). El modulador no tiraba ni patrás, pero estaba claro como funcionaba: teníamos un transformador a través del cual se inyectaba tensión contínua en el transmisor, y en el debanado primario del transformador se entregaba el audio. Manos a la obra… sustituimos el amplificador del modulador por la salida de altavoz de un radiocasette, y para nuestra sorpresa funcionó. Podíamos oirnos.

Teníamos una situación ciertamente curiosa… un cajón de madera que contenía la etapa de transmision, un transformador para la modulación, un radiocasette que poníamos en “grabar” y del que robábamos la salida del altavoz… y una antena de coche para 27 Mhz sin ajustar. Tras varios días de hacer pruebas, en la frecuencia de 27.085 Mhz conseguimos contactar con otras personas. Corría el año 1984. Sin saberlo, ambos habíamos empezado a ser Radioaficionados. Un equipo autoconstruído, las ganas de “jugar” con la tecnología (y el ahorrar 5 pesetas de teléfono, no hay que olvidarlo) nos habían puesto en la situación de poder hablar por un micrófono y escuchar las respuestas de otros.

Era una banda de radio totalmente informal. Indicativos inventados, jerga propia y mucha gente joven. Algo de eso perduda hoy en día en 27 Mhz, pero el espíritu de aquella época se ha perdido por desgracia. Nada más comenzar en radio conocimos a otros como nosotros: Apolo (Juan Cristobal) fue de los primeros. Le siguieron otros muchos, gente estupenda que por desgracia con el paso de los años fui perdiendo el contacto con ellos (si llegais a leer esto, escribirme !! Quiero saber de vosotros !!).

Pero eso será para la siguiente parte de esta historia…

Empecemos desde el principio... yo y la Radio (1)

Siempre me entusiasmó el tema de la Radioafición.

Desde pequeño, recuerdo oir por la Tele como nombraban a un radioaficionado que estaba en contacto con un montanero español, y me faltaba tiempo para ir corriendo a verlo. O escuchar también por la tele como tras unas inundaciones se hablaba de que los Radioaficionados habían ayudado con sus equipos.

Me llamaba la atención la electrónica, y pronto empecé a desguazar aparatos electrónicos (lógicamente solo consiguiendo montones de piezas sin mas…) y a jugar con la electricidad. Por un breve momento pude tener un walkie de 27 Mhz y jugar, pues de eso se trataba, con la posibilidad de hablar por radio.

En ratos perdidos, con una radio que tenía Onda Larga, escuchaba y me afanaba en apuntar puntos y rayas de transmisiones que se me antojaban misteriosas. Tardaria muchos años en volver a escucharlas y en entender que se trataba de balizas automaticas.

Pero está claro, los años pasan y uno va dejando poco a poco de ser tan pequeño. Corría posiblemente el año 1982 cuando empecé a jugar mas en serio con la electronica de manos de la revista Elektor. Poca cosa, pero la afición seguía allí. Unas buenas notas en clase me permitieron por primera vez tirar del destino hacia mi: conseguí convencer a mi padre de que me comprara unos kits de electronica para montar un emisor-receptor de 27 Mhz.

Tras unos meses de montaje terminé con una serie de placas montadas… y sin funcionar. La falta de conocimientos reales terminó por provocar que dejara los kits de CarKit aparcados en un rincón, donde estuvieron unos meses abandonados por completo. Volvería en el futuro sobre el.

Como para llenar ese vacío de tener en la punta de los dedos la radio, y no poder conseguir nada más, descubrí casi por accidente la escucha de emisoras de radio en la Onda Corta. Con un receptor “musiquero” (o sea un aparato domestico que tenía cobertura para escuchar Onda Corta en AM) empecé a escuchar las emisoras de radiodifusión de otros países, en sus emisiones en Castellano. Pronto empezaron a llegar cartas a mi casa provenientes de Praha, Paris, Holanda… y calendarios de Radio Beijing, tarjetas de la Voz de America y postales como las de Radio Barquisimeto (Venezuela). Pronto un agujero en el marco de la ventana me permitió tirar diez metros de hilo de cobre hasta el extremo del patio de la casa de mis padres, y la recepción mejoró. Pasé horas y horas escuchando todo tipo de emisoras, y de vez en cuando, cerca de segmentos con marcas de “41 metros” escuchaba extraños ruidos que parecían voces de personas, pero no conseguía entender. Estaba escuchando en AM señales de banda lateral, pero yo desconocía aquello en esos momentos.

Ocurrio entonces, creo recordar que sobre 1984, un par de cosas que cambiaron para siempre mi vida: la primera fue la aparición de una enciclopedia en fascículos llamada Radioafición y CB, la segunda fue la oportunidad de hacer un programa de radio en una emisora de FM Libre de El Prat de Llobregat llamada Radio Mediterranea.

(Continuará)

Antes era EB3DGZ, ahora soy EA3GRN

Pues el primer post va a ser simplemente para indicar mi cambio de indicativo. Tras muchos muchos años de ser EB3DGZ (Eco Bravo tres Delta Golf Zulú) y gracias a la renovación de la legislación de Radioaficionados, he cambiado mi indicativo a EA3GRN (Eco Alfa tres Golf Romeo November).

Empezaremos por aqui… y en los próximos dias iremos poco a poco introduciendo primero mis historias, mis recuerdos de años atrás y la radio, y después lo que espero sea mi retorno a la radioafición de una forma activa.

Pronto más…